Los educativos cuentos de los hermanos grimm

Entre 1812 y 1822 se publicaron los tres volúmenes de los cuentos de los hermanos Grimm, ellos tuvieron el propósito de hacer una monumento a las historias tradicionales, un libro que recopilara toda las historias que habían aguantado el paso de los tiempos y los siglos, y recuperando esa tradición germánica que se estaba olvidando.

Las fuentes de la que bebieron para realizar tal libro de cuentos, fue su propia infancia, familiares y conocidos además de la gente llana de las regiones por la que pasaban e iban consultando a sus moradores.

Al recopilar las historias no intentaron reconstruirlas convirtiéndola en más sofisticadas y más complejas ni abusaron de recursos literarios simplemente se ciñeron a lo que la propia sencilla historia y el interlocutor narraba. O sea, los cuentos fueron transcritos fielmente provenientes de la cultura germana salvaguardando el estilo de narración oral.

En una segunda época los hermanos Grimm si utilizaron recursos literarios de otros autores pero manteniendo la frescura de la historia a pesar de los adornos literarios, siguiendo estos cuentos siendo sencillos, orales y con cierta ingenuidad de los protagonistas. Se hicieron muy populares realzando y poniendo en alza la rica cultura germánica

Estas historias tiene estructura de fábula donde se aprecia una lección moral o educación práctica muy importante para la instrucción de los niños de las épocas anteriores y que hoy día sigue siendo igual de importantes y educativas. El encanto de estas historias habita en la raíz popular de las historias pues han sido transmitidas de padres a hijos por generaciones.

Algunos de estos cuentos son muy populares gracias a las versiones realizadas por walt disney y otros autores tales como Pulgarcito, La cenienta, blancanieves o Caperucita Roja.

Originariamente la idea nos estaba destinada a ser un libro para niños, el tiempo los ha puesto ahí porque son ideales para entretenerlos y formarlos para el futuro que le viene. Varias generaciones de pequeños se forjaron escuchando los cuentos de los hermano Grimm, pasando estos de ser alemanes a ser patrimonio universal pues se fueron divulgando por Europa en los respectivos idiomas y más tarde por el mundo.

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